martes, 1 de diciembre de 2009

San Clemente del Tuyú, médanos, Pampa, un mar aleonado y ecos de payadas...........



En 1.997, mi padre optó por buscar un destino diferente para "comenzar" otra etapa de su vida (me maravilló ese desafío a sus 75 años), y lo alenté a que lo hiciera y oculté lo mejor que pude la tristeza de saber que no estaría yá a 30 minutos de mi casa.
Su búsqueda era alguna playa de nuestra costa atlántica y se instaló en menos de dos meses en San Clemente del Tuyú, en una casa cálida que mira a una calle arbolada, cerca de todo pero lejos del ruido, con ventanas que reciben los sonidos y el olor de la playa, en la que me gusta cobijarme en el invierno y respirar los tilos en la primavera.
San Clemente era para mí, hasta ese momento, solo uno más de los balnearios de la costa bonaerense del que nada sabía y tampoco me interesaba saber, sin embargo, la vida se encarga de mostrarnos nuevos caminos a descubrir y recorrer. Sigo aprendiendo que cada ciudad, pueblo o lugar tienen una riqueza y un encanto tán propio y particular que sería una necedad no entregarse a descubrirlos y disfrutarlos.
Sus playas enormes y plagadas de gaviotas, el viento en la cara y la arena inpertinente, sus calles soleadas y amigables, me invitaron desde el primer momento que llegué de visita y comencé a amar ese lugar, de gente buena y hospitalaria que había cobijado a mi papá (foráneo y capitalino), con la amistad que se brinda desde el corazón.
Comencé a "aprender" su historia y rebuscar sus leyendas , poco a poco fui encontrando datos y escritos de historiadores, viajeros y vecinos , y logré armar para mí un mural fantástico de historias, amores, colonos y mitos.
La zona se conocía, en la época de la colonización, como pagos de "Ajó" o "Tuyú", que significan "barro o arcilla" y conformaba los "Pagos de Monsalvo", amplia región que se extendía desde el actual partido de General Lavalle hasta el río Quequén Grande. Los "Pagos de Monsalvo" pasaron a denominarse "Partido de Ajó" y en 1884 General Lavalle.
Al final de la década del `30 comenzó a desarrollarse la zona costera al este del partido, dando origen a las localidades de San Clemente del Tuyú y Mar de Ajó. Más tarde surgieron Las Toninas, Santa Teresita, Mar del Tuyú, San Bernardo, Aguas Verdes y La Lucila del Mar. El partido se creó en 1978.
San Clemente del Tuyú fue el primer loteo del Partido de General Lavalle destinado a balneario Turístico en el año 1935.
Se asignó como día de la fundación de San Clemente del Tuyú, el día 23 de noviembre de 1935.
La estancia El Tuyú propiedad de la familia Leloir, fue cuna de la ciudad. Alrededor del año 1925, por iniciativa de la Señora Hortensia Aguirre de Leloir, heredera de la citada estancia, levanto las primeras casas veraniegas de la región, a la cual, en ese entonces, se llegaba de manera muy dificultosa, por caminos de tierra que se tornaban intransitables en tiempos de lluvia; casi 200 Km. que resultaban ni más ni menos en una verdadera carrera de obstáculos.
Parte de las tierras que pertenecían a la Estancia fueron donadas al primer campamento turístico organizado por el Touring Club Argentino.
Pero también en los pagos del Tuyú , la figura de Santos Vega recorre fantasmagoricamente en los silvidos del viento pampeano, viajeros con los colores rojizos del atardecer.

En lejanos tiempos vivía Santos Vega, payador extraordinario que llenaba la inmensa soledad pampeana con el eco de su canto y el rasgueo de su guitarra. Cierto día en que entonaba sus mejores canciones a la inmensa sombra de un ombú, ante paisanos de los más lejanos pagos, llegó al galope de un hermoso caballo, un forastero que ante la sorpresa general desafió al cantor. Santos Vega aceptó y su voz melodiosa ascendió en los aires como una enredadera cuajada de flores, todos escuchaban al poeta de la pampa, y creyeron segura su victoria. Sin embargo el desconocido no se desconcertó, y cuando llegó el turno, apretando contra su corazón la guitarra, comenzó a cantar y su voz tuvo arpegios nunca oídos, cálida y dulce, tenía una melodía que parecía diabólica. El forastero venció a Santos Vega, por cuya faz y la de sus amigos cruzó una sombra dolorosa.
El payador Juan Sin Ropa, no era otra cosa que la encarnación de Lucifer, pues solo el diablo, y únicamente él, podía vencerlo.
Nunca más se lo vió a Santos Vega, ni se escuchó su voz; aunque se afirma que en las noches serenas, emponchado y triste, al paso cansado de su caballo, con su guitarra abrazada a la espalda, cruza como una sombra la pampa callada.
Con razón ha sido considerada la legendaria figura de Santos Vega como la personificación del gaucho argentino. Tanto apasionó su estudio que está a punto de confirmarse su existencia real. Se exhumaron archivos, se conversó largamente con ancianos de viejos pagos que parece le conocieron en el Tuyú (Provincia de Buenos Aires), y hasta una tumba guarda, según investigadores, sus despojos mortales.

Corria el año 1945, cuando vecinos nativos de General Lavallese encontraban trabajando en los hornos de ladrillos del Señor Echarren en el monte de Las Tijeras de la Estancia “El tuyú”. Eran cuatro jóvenes Oraldo Echarren, Ismael Amestoy, Arnaldo Echarren y Damián Almada. Al extraer tierra negra para fabricar ladrillos, encontraron semienterrada una madera añeja al levantarla un hueso resurgió que resultó ser un fémur humano y al remover otro trozo de madera se descubrió un cráneo blanco. El administrador de la Estancia Sr Federico Wisky envió los restos para ser investigados por Bernardez Jacques.
De los relatos folklóricos de nuestros ancestros, cuentan que por los pagos del tuyú, un tal Vega que venía de los pagos de Dolores, y que era conocido por ser buen payador, arriando animales, al sentirse muy enfermo con mucha fiebre y sediento pide permiso para pasar la noche en la casa del mayordomo de la Estancia en donde cuidado por El, pasa la larga noche muy enfermo delirando. Cuentan que surge de ese relato la payada con el diablo, pasaje literario de la obra. Muere Don Vega y es enterrado al día siguiente por esa persona que veló sus sueños.

Hoy vuelvo a San Clemente de tanto en tanto, y abro las ventanas de la casita cálida que recibe los olores y sonidos del mar, yá no está mi "viejo" esperandome, sin embargo magicamente me encuentro con él ......en la playa plagada de gaviotas, en las calles arboladas, en el vivero, en el muelle de pescadores y "hablamos" en silencios compartidos y sigo estando con él , en ese su último lugar ,San Clemente del Tuyú...................................

No hay comentarios:

Publicar un comentario