miércoles, 29 de septiembre de 2010

Dique San Roque, crónicas de la injuria............





El viejo paredón del dique San Roque se mantiene firme, inamovible, cubierto por las aguas que embalsa el nuevo muro. Esta obra primigenia de la ingeniería hidráulica de Córdoba ha desafiado victoriosa el tiempo y los miedos.
Fue proyectada durante la gestión gubernamental del doctor Miguel Juárez Celman (1880-1883). Era el primer dique que se levantaba en América del Sur. Comenzó a construirse en 1884. Los responsables fueron el doctor Juan Bialet Massé como constructor empresario y el ingeniero Carlos Cassaffousth como representante oficial del gobierno.
El dique San Roque es el fruto de la inteligencia, la visión y la férrea voluntad de estos dos grandes hombres.
La participación de Bialet Massé tiene una especial importancia. Bialet había nacido en tierra española; era médico, abogado, agrimensor, estanciero e industrial. Al tiempo de comenzarse las obras del dique era propietario de una estancia ubicada al noroeste del valle de San Roque, con el río Cosquín como límite natural hacia el este. Dentro de su propiedad existía una vasta cantera de
piedra caliza, de treinta y tres hectáreas. Su capacidad de investigador lo llevó a descubrir que esas cales eran hidráulicas (es decir, que se endurecían al contacto con el agua) y que eran tan buenas como las mejores del mundo.
Las cales de Córdoba ya habían sido empleadas por los jesuitas en las construcciones de Alta Gracia, Santa Catalina y San Isidro (Jesús María). Pero Bialet Massé fue mucho más allá: construyó
con esas cales un dique que ha resistido airoso los embates bravíos de las aguas del río Primero.
A fin de llevar adelante la obra Bialet Massé fundó la primera fábrica argentina de cales y cementos. La dotó de modernas maquinarias y construyó galpones, depósitos, túneles, hornos.. . Uno de estos hornos de cal, en forma de balde invertido, puede verse a la vera izquierda del camino que conduce de Carlos Paz a Cosquín: es monumento histórico.
Después de siete años de duro trabajo, el colosal muro estaba terminado. El dique se inauguró oficialmente el 8 de septiembre de 1891. Quedaba inaugurado el embalse artificial más grande del mundo en esa época. Los cordobeses contemplaban con mirada de asombro ese coloso de piedra, ladrillos, cal y cemento que se convertiría en pieza clave del desarrollo económico de la Córdoba
moderna.
Sin embargo, esta importante construcción tuvo derivaciones insospechadas. Con el andar del tiempo, en la población empezó a correr la noticia de que el dique tenía graves fallas de construcción y que todo el material empleado era de mala calidad: ladrillos, compuertas, cal… De esta manera, el muro podría desmoronarse en cualquier momento.
El miedo se apoderó de los cordobeses que oían exclamar con frecuencia, como un campanilleo fatal: “El dique se viene! ¡El dique se viene!”. Hasta que las autoridades judiciales ordenaron la prisión preventiva de Juan Bialet Massé y Carlos Cassaffousth, acusados de ser los responsables de las presuntas “fallas y defectos” de la obra del dique.
Durante el inicuo juicio y encarcelamiento, tanto Bialet como Cassaffousth fueron perjudicados en sus bienes materiales y en su honor. Pero a su tiempo la justicia llegó, reconociéndose la inocencia de ambos procesados que fueron puestos en libertad.
Sobrevino más tarde la muerte de Cassaffousth, en 1900. Los ataques contra el dique se renovaron. Hubo nuevas y formidables crecientes del río Primero (Suquia), pero la presa resistió triunfal. Dijo entonces Bialet: “La tempestad de la pasión pasará y el dique perdurará por los siglos para gloria de Cassaffousth, de la ciencia nacional y para el provecho de Córdoba”.
Por exigencias de la ciudad que crecía 1939, durante el gobierno del doctor Amadeo Sabattini, comenzó a construirse un nuevo dique de mayor altura, aguas abajo de la primera presa. Y las palabras proféticas de Bialet Massé se han cumplido: hoy, a un siglo de su construcción, el viejo paredón del dique San Roque se mantiene firme, inamovible, cubierto por las aguas que embalsa el nuevo muro. Para orgullo de los cordobeses.

Texto extraído de: Manual Estrada, suplemento de la Provincia de Córdoba.


El dique de Cassaffousth y Bialet Massé para muchos es una historia desconocida, para mí es sin dudas, es la histoeria de una infamia, en la que un hombre entregó su conocimiento, su honor y carrera , esperanzado en un país diferente y de vanguardia.
El deshonor, el desprestigio, la cárcel y la burla ,llevaron en pocos años a la depreción a cassaffousth y murió tristemente en el 1900 acompañado solamente por las injurias.
Los lugareños me contaron que cuando finalmente estuvo construído el nuevo dique se dedicaron a dinamitar el anterior (la obra de Cassaffousth y Bialé), solamente lograron las enormes cargas de dinamita volar una mínima parte de la superficie de la monumental construcción, y hoy es esa la construcción que realmente sostiene las aguas del lago, siendo el dique nuevo el que contiene las aguas solo en épocas de grandes lluvias (situación altamente improbable en Córdoba, provincia que se caracteriza por sus sequías casi eternas).
Historias de nuestra historia no simepre contadas................................

No hay comentarios:

Publicar un comentario