jueves, 9 de abril de 2009

Villa General Belgrano en Córdoba


Villa Gral. Belgrano , extraña mixtura de comechingones y náufragos del Graf Spee







"La identidad es la parte biográfica de un pueblo, la narración interna de su vida; es la versión cálida y palpitante del hombre común, de sus sueños y sus luchas, sus aspiraciones y conquistas.Tiene algo de patrimonio y tradición, brota del más hondo pasado y se proyecta hacia el porvenir. Es como una red que se va tejiendo desde la diversidad para converger en el encuentro, y mientras modela en profundidad el alma de cada uno, cincela el alma de la comunidad."
Villa General Belgrano posee una breve pero significativa historia, en donde conviven armónicamente los elementos que estructuran su identidad y hacen que la Villa sea "algo distinto." El tiempo cronológico que encierran las circunstancias que determinan los procesos de identificación e identidad, puede ser dividido en tres períodos:
Al primer período lo llamaremos de "Gestación de la Cultura Regional".En esta época el pueblo es conocido como Colonia Paraje "El Sauce"Abarca desde sus orígenes hasta mediados del Siglo XVIII, incluye el asentamiento de la cultura aborigen de los Comechingones, el proceso de la conquista, la presencia de los jesuitas, y la formación y desarrollo de Los Reartes.En este período se plasma el perfil del hombre criollo "un hombre silencioso sin resentimientos, alegre sin énfasis, hospitalario sin el cálculo del trueque, naturalmente pródigo, humanamente solidario y con una callada dignidad".
Al segundo período lo llamaremos de "Penetración de la Cultura Inmigratoria".En esta época el pueblo pasa a llamarse "Villa Calamuchita" y presenta dos momentos en los que la presencia del inmigrante responde a diferentes motivaciones de desarraigo.Desde 1890 a 193l en donde el asentamiento de los europeos en la zona es la consecuencia de una política común a todo nuestro país: se busca al extranjero para concretar el modelo agroexportador.Los inmigrantes que llegan en esta época a nuestra zona son españoles, italianos, algún francés y ... también algunos alemanes.Desde 1932 a 1937 observamos que el asentamiento responde a una pronunciada corriente inmigratoria centroeuropea (alemanes, suizos, húngaros, checoslovacos y austríacos), gente de habla alemana que viene huyendo del hambre, de la guerra y de las persecuciones ideológicas. Llegan a nuestro pueblo, en muchos casos, atraídos por el proyecto que lanzan quienes son considerados los fundadores: Paul Friedrich Heintze y Jorge Kappuhn.Ellos visualizan la posibilidad de crear en la zona una colonia agrícolo- ganadera autoabastecida, donde los hombres recurrieran al trueque de lo que produjeran, una colonia que funcionara, quizás, como una cooperativa a la manera germana.Bajo estas circunstancias se inicia el proceso de transculturación, una socialización benevolente del inmigrante que aprendió el idioma y adaptó usos y costumbres criollas y una adaptación paulatina del criollo a las exigencias de la vida ordenada y productiva del extranjero. Como consecuencia de la crisis y fracaso del modelo, las familias que sabían ya del valor de la confraternidad y la solidaridad, que sabían de jornadas de trabajo en común y del tesón, utilizan la creatividad y el ingenio al que suman la honestidad para dar origen a una nueva imagen.
Es a partir de esta situación que ubicamos el tercer período al que llamamos de "Formación de una nueva identidad", momento en el que nace un nuevo perfil: el turístico.
En este período podemos diferenciar tres momentos:
· El primero, desde 1937 a 1946, que se inicia con un pequeño micro-emprendimiento abordado con los humildes recursos personales: el turismo escolar. La presencia de un fiel intérprete del pensamiento y el sentir popular, un líder silencioso con hondo sentido comunitario, inquieto, entusiasta y solidario don Antonio Kufer y la presencia de los marineros del acorazado Graf Spee marcan un hito en el proceso de identidad.Se inicia la etapa de organización y desarrollo económico-productivo y social.En este período el pueblo recepta otra transformación, pasa a llamarse "Villa General Belgrano".
· El segundo, de 1947 a 1960, momento en el que "La Villa" consolida su perfil turístico y adquiere el sentido de pertenencia fruto de la participación comunitaria comprometida.
· El tercero, de 1960 a 1970. Tiene como protagonista al pueblo quien inicia la etapa de irradiación y proyección de su imagen a través de sus "Fiestas".Estas celebraciones que van sumándose, " Fiesta de la Cerveza, Fiesta de la Masa Vienesa, Fiesta del Chocolate Alpino, Feria Navideña y Carnaval Tirolés", llegan a transformarse en una galería viviente alrededor de las cuales y bajo su proyección se construye la vida diaria y la economía del pueblo. Es de advertir cómo los pioneros que forjaron la identidad, que no fue tan lineal ni simple, encontraron los canales que los conducían al logro de su bienestar personal. Al mismo tiempo, aprovechaban el manejo de los espacios públicos donde, se generaban las cosas que hacían al bien común, fortaleciendo en sus luchas diarias los valores del trabajo, la solidaridad, la honestidad, la creatividad, la tolerancia, la tenacidad, los deseos de superación y el respeto mutuo.



Cómo tantos rincones de nuestro país, existe tanta magia y contrastes que no pude abstraerme de su historia tán ecléctica y el paisaje que la hermana sin duda con otras latitudes.



Una vez, una profesora que en cierta forma marcó mi vida como lo hacen los grandes maestros, me dijo: los hombres, en especial los inmigrantes sufren tanto el desarraigo que buscan el paisaje similar al que dejaron , porque el peor castigo para los antiguos era el destierro, peor aún que la muerte física. Lo comprendí al conocer esa Villa en Córdoba que realmente es una pintura de la Germania..........

domingo, 5 de abril de 2009

Las Hilanderas de Aracne........




Hace varios años pude disfrutar de una colección itinerante de Diego Velasquez, entre sus obras estaba "Las Hilanderas de Aracne", seguramente el artista jamás conoció la leyenda guaraní que pude rescatar...........................................


En la espesura de la gran selva guarani, una princesa india alcanzaba la edad de casarse.
Ante la cantidad de pretendientes el Mburuvicha Guasu (Gran Cacique), su padre, dispuso que aquél que quiera por esposa a su hija, debería obsequiar a la princesa algo maravilloso; antes que pasen siete lunas.
La sentencia se pregonó por toda la selva y llegó a las diferentes tribus. A la tercera luna comenzaron a llegar los obsequios exóticos.
Pero... la princesa, ya tenía un enamorado, príncipe también pero de una tribu de escasa riqueza, quien recurrió a su madre en busca de consejos, ésta le dijo: “¿Por qué vienes a mi? Recurre a la Naturaleza”, se internó entonces en lo profundo de la selva.
Entre tanto pasaron cinco lunas, al no recibir respuesta, y en la desesperación, comenzó a correr. Ya cansado, y a causa de la lluvia que caía en ese momento, se refugio en el hueco de un centenario árbol y elevó su plegaria a Tupa.
Cuando levantaba sus ojos al cielo, vio algo bellísimo, resplandeciente y hermoso, que lo convertiría en vencedor. Llevó sus manos para tomarlo, y se deshizo en ellas; encontró otro, lo mismo, y otro y otro, todos se deshacían apenas lo tocaba.
Emocionado regresó en busca de su madre, a preguntarle si ella conocía el secreto de aquello tan hermoso y delicado.
Fueron juntos a la selva a ver el regalo que Tupa y la Naturaleza le dieron, la madre lo observó por un rato y dijo: “Ya estoy vieja, necesito una nuera, necesito nietos, así que copiaré de la naturaleza esto tan bello, y la desposarás“.
La anciana comenzó a sacarse una a una las hebras de plata que cubrían su sien, y con ellas tejió una deslumbrante y fina trama imitando lo que tenía ante sus ojos: la tela que una laboriosa arañita había fabricado en el hueco del tronco.