domingo, 1 de marzo de 2009

El sonoro silencio de las vírgenes



"Solo el hombre que contempla la salida del sol en Machu Pichu siente a Dios a su lado............"

Yo, personalmente no lo creía, sin embargo ese amanecer de Enero despues de varias horas sobre el camino del Inca, con un guía-niño (un cholito de no más de diez años), desde el borde de una terraza de cultivo, ví el sol salir y estalló en mí la más humana de las manifestaciones del hombre........lloré espontánea e incontrolablemente.
No puedo ni podré nunca trasmitir los sentimientos que me embargaron, sin embargo siendo una agnóstica declarada, sentí a Dios.............
Las palabras se atenazan en la garganta y es imposible pronunciarlas, falta el aire aunque se flota en uno de los tejados del mundo, no alcanzan los ojos para captar lo sobrenatural del paisaje y el plexo solar se impregna de una energía ignota y milenaria pero tán palpable como las lágrimas que me desbordaban.
No podía dejar de pensar que las mismas piedras que yo pisaba, siglos atrás habían sentido los pies descalzos de las sacerdotizas-niñas, las "Vírgenes del Sol" que desaparecieron sin dejar rastros con la llegada de los conquistadores. Los nobles descendientes de la estirpe de Mama Oclo y Manco Capác, ofrecían con honor a sus pequeñas, para ser consagradas a Inti el dios que permitía la vida del Tahuantinsuyo.
Las llamas y las vicuñas , recorrían los senderos tallados en la montaña con la familiaridad de quien es parte de ese lugar, la pertenencia entre el paisaje, el medio y la vida.
Muchas son las historias que se guardan entre esas rocas , desde la enigmática desaparición de las vírgenes custodiadas por guerreros del imperio, la huída de algunos nobles seguidores de Atahualpa el Inca asesinado por Pizarro, los sacrificios humanos de adolescentes y niños que las nieves eternas preservaron de los humanos depredadores y que lentamente hoy regresan a la luz por el deshielo antinatural del efecto invernadero, y dejan los cuerpos ofrecidos a los dioses desnudos para ser profanados en aras de la investigación.
No existe el silencio en Machu Pichu, es permanentemente quebrado por el aleteo de los cóndores que gobiernan los cielos, el viento susurra constantemente en los oídos y deja escuchar un lamento lejano. Los hijos de esa tierra dicen que es el llanto de las Vírgenes del Sol que reclaman desde la eternidad su ciudad divina profanada por los hombres blancos, la especie más depredadora del universo........................................

1 comentario:

  1. Mama Oclo y Manco Capác como olvidarnos...los voy a tener presentes hasta después de las vacaciones

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